viernes, 9 de enero de 2015

Educación en Guatemala: lágrimas, humillaciones y atropello a los Derechos Humanos



Guatemala, como país democrático, progresivo, inclusivo, que practica la equidad, impulsa el desarrollo de sus ciudadanos y protege los Derechos Humanos de todos sus habitantes, plasma en nuestra Constitución Política que los habitantes tienen el derecho y la obligación de recibir la educación inicial, preprimaria, primaria y básica, y que la educación que es impartida por el Estado es gratuita. (Artículo 74).

¡Lindas palabras! ¡Palabras poéticas! Están allí escritas y lucen muy bien.  Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la realidad pura, hacemos cola por horas y horas en las escuelas para inscribir a los niños, cumpliendo con nuestra obligación y ejerciendo nuestro derecho, y nos encontramos con que esas bellas letras son solo eso, letras: letras que son pisoteadas, ignoradas, mancilladas y reescritas con palabras abusivas, prepotentes y humillantes: ¡Si no paga, busque otra Escuela!

Cobros totalmente ilegales que rompen nuestra constitucionalidad.  Cobros irracionales, pues las excusas que dan son estúpidas, entendiendo la "estupidez" como la torpeza notable en comprender las cosas y en este caso tan fundamental para la nación, la torpeza de no entender la pobreza que reina en Guatemala; de no entender que cada centro educativo público debe cumplir con la Ley de Educación Nacional que establece que es obligación del Estado propiciar una educación gratuita (Artículo 33); de no entender que al amenazar con no inscribir a los niños, están actuando, provocando y alimentando la cultura de terror y de miedo en que ha estado sumido nuestro país por más de 500 años; no entendiendo que rompen el más elemental derecho humano de todo niño a ser educado. ¡Son unos estúpidos!


La educación, declarada de interés nacional en nuestra Carta Magna en el artículo 72, está siendo pisoteada con esta aberrante actitud de los Directores de Escuela que se prestan a efectuar estos cobros ilegales, abusivos y denigrantes, disfrazados como "contribuciones" y justificados "porque los recursos nunca llegan a la Escuela".  Pues cada Director, cada Maestro, cada Padre de Familia, cada Estudiante, como miembros de la Comunidad Educativa debemos exigir al Estado que cumpla con su obligación de dotar eficaz y eficientemente los recursos que se necesitan.

No se justifica de ningún modo que los Directores de estas Escuelas efectúen esta extorsión a ciudadanos guatemaltecos que cumplen con su deber de inscribir a sus hijos.  ¿Es que acaso debemos agregar esta forma de violencia a los tantos atropellos que padecemos los guatemaltecos? ¿Cree usted que no es una forma de violencia el que le nieguen un derecho fundamental a sus hijos? ¿Acaso no es una forma de violencia el que lo amenacen?


Creo en la educación.  Creo en una Guatemala justa y democrática.  Creo en la democracia como forma de gobierno.  Creo que cada guatemalteco tiene el derecho de oponerse a estos actos inmorales.  ¡Ya es hora de despertar!

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