jueves, 4 de junio de 2020

¿Qué espera para Aprender?

Aplicación permite aprender otro idioma mientras se chatea ...

Nunca es tarde para aprender.  El aprendizaje a lo largo de la vida es un concepto que va más allá de las instituciones educativas y abre toda clase de espacios y comunidades de aprendizaje, logrando que la educación deje de ser un privilegio de pocos o de un rango limitado de edad.  Este paradigma educativo propone impulsar una sociedad en la que todas y todos puedan aprender libremente y respondiendo a sus intereses particulares.  “El concepto de educación a lo largo de la vida es la llave para entrar en el siglo XXI” 1, para sobrevivir en los espacios laborales, para actualizarse profesionalmente, y, para satisfacer los intereses y deseos personales de conocimiento.

Renovar y reinventar

Aunque modernamente el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida tiene ya más de cinco décadas, sus principios, espacios y oportunidades de realización personal, apenas están llegando a nuestros países.  De hecho, ante la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, quedó en evidencia la falta de preparación del sistema educativo para responder y continuar con la preparación de los estudiantes a todo nivel educativo.  Quedó en evidencia también la ausencia de competencias digitales tanto en docentes como en discentes.  Sin embargo, más allá de los recursos digitales, que son muy importantes y que deben ser usados para aprender, la ciudadanía en general y las instituciones se han quedado muy cortos en la adquisición de estrategias de aprendizaje continuo y en la creación de espacios para conformar comunidades de aprendizaje a lo largo de la vida.
El aprendizaje permanente hace uso de diferentes recursos: libros, revistas, experiencias diarias de vida, conferencias, seminarios, arte, cursos libres, cursos universitarios, computadoras, teléfonos inteligentes, internet y otros, y definitivamente se necesitan lugares para acceder a ellos: bibliotecas, teatros, extensiones educativas de las instituciones, accesos públicos a internet, parques, etc. La carencia de estos recursos y espacios complican poner en marcha los procesos de aprendizaje a lo largo de la vida. Junto con estas privaciones que acosan a nuestro país, se debe agregar la ausencia de preparación a todo nivel para desarrollar la competencia que permita aprender permanentemente.

Los 4 pilares de la educación

El aprendizaje a lo largo de la vida incluye todas las experiencias de aprendizaje, ya sea formal, no formal o informal, y sus principios básicos se cimentan en: el papel protagonista de quien aprende, la igualdad de oportunidades (acceso a los recursos e instituciones) y la calidad y pertinencia.
El aprendizaje a lo largo de la vida es una respuesta a los avances continuos en la ciencia y la tecnología que afectan la vida de los ciudadanos en todas las esferas del diario vivir.  Y, por lo tanto, se convierte en un derecho democrático que debe ser protegido, promovido y proveído, al menos, en la accesibilidad y en el apoyo del desarrollo de las competencias necesarias en los ciudadanos.  El propósito del aprendizaje permanente es individual y social al mismo tiempo pues sus objetivos son: la realización personal, la ciudadanía activa, la integración social, y, la empleabilidad y adaptabilidad. Para lograr su propósito se hace vital el impulso y desarrollo de competencias en los 4 saberes de la educación:
  • Aprender a conocer. Saber cómo adquirir los conocimientos generales y específicos que interesan; impulsar la curiosidad intelectual; motivar el sentido crítico; construir autonomía en las decisiones; y, conocer y analizar la realidad.
  • Aprender a hacer. Desarrollar la capacidad de comunicarse y trabajar con los demás; competencia de afrontar y solucionar conflictos; dinamizar los procesos de producción.
  • Aprender a vivir juntos. Para la convivencia pacífica, el descubrimiento de los otros y conjuntarse en un nosotros, asumir la interdependencia.
  • Aprender a ser. Desarrollo integral de sí mismo; responsabilidad individual y colectiva; desarrollar y defender la libertad de juicio, opinión y crítica.

Características de un aprendiz permanente

Una persona que decide aprender para toda la vida debe investigar, empoderarse con los recursos a su alcance y comprometerse a desarrollar estas características:
  • Habilidades y actitudes para el aprendizaje
  • Confianza de aprender
  • Voluntad y motivación para aprender
  • Mente inquisitiva
  • Espíritu crítico
  • Alfabetización digital
  • Sentido de dominio propio
Los ciudadanos deben estar preparados para hacer frente a los retos de la sociedad del conocimiento, desarrollar las competencias para moverse en cualquier ámbito de aprendizaje individual y colectivo, renovarse y reinventarse para el trabajo, y, encontrar la información necesaria para su autorrealización y mejorar la calidad de vida.  Al final se debe ser consciente de que el esfuerzo vale la pena ya que “el aprendizaje es un simple apéndice de nosotros mismos; dondequiera que estemos, está también nuestro aprendizaje” 2. Así que ¿qué espera para aprender?


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(1) Delors, Jacques. 1996. La educación encierra un tesoro.
(2) Shakespeare, William. 1600. El mercader de Venecia.

Este artículo fue publicado originalmente en El Indagador el 29/5/2020 en:
https://indagadorgt.com/2020/05/29/que-espera-para-aprender/

lunes, 1 de junio de 2020

Al mal tiempo, buena cara

Gozo en las pruebas – Explorando la fe

Guatemala, amada patria, tiene lugares tristes, guatemaltecos viviendo a orillas de ríos de aguas negras, con desagües a flor de tierra, con calles de tierra, en casas de láminas y retazos de cartón, sin agua potable, pasando hambre, y, en constante peligro de desastres naturales.  Y los valientes guatemaltecos, a pesar de todo, cuentan un chiste, sonríen ante la tragedia, sobreviven un día más y mantienen la esperanza, porque las experiencias que viven a diario, les han enseñado que cuando las cosas van mal, cuando las cosas se complican, lo más conveniente es enfrentarlas con la mejor actitud, porque han descubierto que “La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa” 1, un arma que todos debemos aprender a usar, a diario, en todo lugar y ante cualquier circunstancia.

No contagiemos una pena más

Cada día representa un enorme desgaste emocional, al enfrentar los retos cotidianos personales y sociales de la vida en sus diferentes dimensiones: económicas, relaciones, trabajo, violencia, etc., todo esto provoca que los niveles de estrés se disparen, las ansiedades se multipliquen y la insatisfacción esté presente a flor de piel.  Éstas situaciones extremas de estrés pueden conducir a una crisis emocional cuando se carece de las habilidades para afrontar los problemas. Las emociones debilitantes empiezan a emerger y se manifiestan como enojo, tristeza, depresión, desesperanza, temor y desesperación, y, empiezan a llenar el ambiente en que se vive, contaminando y contagiando, como el peor de los virus, a todos con los que se convive. No contagiemos una pena más.
El reto que debemos proponernos es ser portadores y transmisores de optimismo y alegría por las palabras que se expresan, la energía que se transmite, los pensamientos que se expresan, la actitud que se asume e incluso por un acto elemental, simple y poderoso: la risa.

Un poderoso jajajá

Aprender a vivir las circunstancias que vida presenta desde perspectivas más alegres y felices y reír de esas situaciones y de nosotros mismos hace que se gane tranquilidad, energía, esperanza, ayuda a despejar la mente y a encontrar mejores soluciones.  Los niños viven sin preocupaciones, juegan a pesar de las circunstancias, inventan superpoderes, sonríen y muchas veces sorprenden con sus carcajadas que a los adultos parecen sin sentido, sin motivo, pero ríen, ríen, ríen y eso aleja cualquier tristeza.  Los niños sonríen en promedio 200 veces al día mientras los adultos solo 20. La risa no es cuestión de chistes (que también ayuda) es más una cuestión de encuentros, con la familia y con los amigos, esas personas especiales que hacen recordar el propósito de vivir, que hacen recordar los momentos vividos, que inspiran a seguir adelante, a determinar que se puede vencer cualquier obstáculo.
Reír es saludable: regula la presión arterial, aumenta la energía, da sensación de bienestar, cambia la atención de lo negativo a lo positivo, mejora la calidad del sueño, tonifica las expresiones faciales, controla la depresión, mejora la memoria, fortalece el sistema inmunológico, combate el insomnio, y, si esas razones fueran pocas, ríe porque te hace ver más joven y atractivo.

Reparte la magia de reír

En medio del caos que la vida puede presentar se necesitan héroes que ayuden a hacer más soportables las penas, que ayuden a preservar la capacidad de alegrarse por vivir, que rescaten la visión de un mejor futuro, que logren dibujar sonrisas en los rostros de la gente más cercana, que contagien el virus de la risa, que contaminen a muchos para que ellos a su vez contagien a más. Reír es contagioso. Las personas que hacen reír son mágicas. Apagan las penas y desvanecen las sombras de los malos días con comentarios ingeniosos, con esa alegría que se contagia, que acaricia el corazón y que llena de esperanza.
Hoy es el tiempo justo para rescatar la capacidad de reír, para transmitir esa energía única que se percibe en la sonrisa y para dejar recuerdos inspiradores que al ser evocados produzcan automáticamente una sonrisa más, un motivo más para seguir adelante, porque “…la risa es más fuerte que las lágrimas, y su resultado más positivo. Reíros desde el fondo del corazón” 2, porque cada persona merece lo mejor y eso sin duda empieza con una sonrisa.

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(1) Twain, Mark. 1872. Pasando fatigas.
(2) Mahfuz, Naguib. 1987. Charlas de mañana y tarde.

Artículo originalmente publicado en El Indagador el 15/5/2020 en:
https://indagadorgt.com/2020/05/15/al-mal-tiempo-buena-cara/