martes, 2 de julio de 2013

¡Avanza! Hacia una Ciudadanía Activa


El ser ciudadano entraña la responsabilidad de convertirse en un ente consciente, informado, respetuoso y participativo de las condiciones que pueden generar un desarrollo real de la sociedad, de nuestra comunidad y de nuestro país. 

Hoy en día hay casi una completa coincidencia en dar una gran importancia a la educación en la formación de la ciudadanía.  Solamente en la medida en que haya más educación, más escolaridad, más capacitación, se podrá aspirar a tener mayor productividad, competitividad y calidad de vida.

Ser ciudadano se constituye en una tarea que no es fácil y de ahí que quizá, muchos estemos acostumbrados a esperar resultados bajo la “ley del mínimo esfuerzo” y nos represente un reto poco atractivo el asumir la responsabilidad de buscar convertirnos en ciudadanos de verdad, lo que implica principalmente, estar capacitados y decididos a intervenir como promotores de los cambios que la sociedad debe realizar para avanzar en su desarrollo.

La ciudadanía implica verse a uno mismo como persona autónoma y competente, con un conjunto de metas personales por realizar, y al mismo tiempo, como miembro de una comunidad política, preparado para involucrarse en los asuntos que competen a dicha comunidad.  Así nos encontramos con dos dimensiones de la ciudadanía:

  • Como estatus legal y político.  Esto exige ser considerado como ciudadano por una comunidad política particular o un Estado.  Este estatus lo adquirimos al alcanzar la mayoría de edad y viene acompañado por derechos y obligaciones.
  • Como capacidad de involucrarse y contribuir a la vida pública.  Esto es el compromiso personal adquirido ante situaciones de la vida pública.  Abarca actividades que van más allá de la participación electoral.  Esta capacidad implica reconocer a las personas como sujetos capaces de proponer, exponer puntos de vista y tener ingerencia en la realización de cambios en las diferentes esferas sociales y políticas.  Abarca toda nuestra actuación como personas y está vinculada con las relaciones que establecemos, el significado que le otorgamos a los acontecimientos que suceden  a nuestro alrededor y el papel que asumimos en el momento de tomar una decisión.


Entonces podemos llegar a definir un concepto integrador de ciudadanía como: una forma de convivencia, pertenencia y participación social de los ciudadanos, estructurada alrededor de los siguientes puntos:

  • ·         Un status legal que establece, garantiza y faculta a los ciudadanos para ejercer sus derechos y responsabilidades.

  • ·         Un grado de desarrollo humano y unas estructuras económicas, sociales y políticas que hacen posible el ejercicio de esos derechos y responsabilidades.

  • ·         Un sentido de pertenencia e identidad de los ciudadanos con esa sociedad, en base al conjunto de vínculos cívicos creados por la participación política, económica, social y cultural, así conmo por las responsabilidades compartidas.

  • ·         Una educación de los ciudadanos par el ejercicio de esos derechos y responsabilidades.



Ser un ciudadano activo en el siglo XXI no es simplemente haber nacido y compartir un territorio.  Entraña el compromiso de servir a nuestra patria con el ejercicio constante del derecho y el deber ciudadanos.  Únicamente con la educación y el claro convencimiento de que con la convivencia entre seres humanos, ateniéndose a los derechos y obligaciones señalados, será posible el desarrollo armónico de nuestra sociedad y la realización plena de su gente.

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