Casi todos los días escuchamos de la "sociedad civil", hemos visto este término en las noticias y escuchado constantemente que es muy importante fortalecerla, respetarla y participar en ella. Pero, ¿qué es la sociedad civil, quiénes la conforman y para qué sirve?
Comenzaremos
definiéndola como el conjunto de organizaciones diversas que mantienen su
independencia del Estado, con lo cual se rescata el concepto residual de que
sociedad civil es todo lo que no es el Estado. Sus tres características fundamentales son:
Dentro de
la sociedad civil entran todas las organizaciones sociales que pueden surgir
alrededor de temas tan diversos como la economía, la cultura, las
reivindicaciones sociales, la religión, el deporte, la producción, el
conocimiento, etc. La fortaleza de la sociedad civil está en su diversidad;
todo intento por homogeneizarla, encasillarla o limitarla, atenta contra su
naturaleza.
2) Su
independencia del Estado
Una
característica esencial de la sociedad civil es su independencia del Estado, lo
que no significa su confrontación permanente o su identificación como el
enemigo. Simplemente implica que se mueve y se debe mover en el ámbito civil,
concebido éste como lo no estatal, en el cual actúa obedeciendo a una lógica
que es sustancialmente diferente a la del Estado aunque exista coincidencia en
torno a temas, aspiraciones o preocupaciones. La diferencia es similar a la
diferencia entre gobernantes y gobernados pero va más allá al referirse a que las
personas que ocupan el Estado tienen poder político para tomar decisiones, y
las personas que pertenecen a las diferentes organizaciones sociales tienen
únicamente el poder de influir en la toma de esas decisiones, poder que hasta
ahora ha sido poco ejercido.
3) Su
independencia de los Partidos Políticos
Los
partidos políticos ocupan una posición intermedia entre el Estado y la sociedad
civil; tienen un pie puesto en aquél y otro puesto en ésta; no son parte del
Estado pero aspiran a ser parte del mismo, razón por la cual poseen una lógica
diferente a la de la sociedad civil y diferente a la de las personas que ocupan
el Estado. De ahí que, aunque se identifiquen con la sociedad civil en algunas
cuestiones puntuales, se distancian de ella en asuntos que son más
fundamentales. Con los partidos políticos, al igual que con el Estado existen
posibilidades de coincidencia, asociaciones específicas y trabajo conjunto pero
no existe ni puede existir una total identificación.
La
conciencia ciudadana es la que motiva a la sociedad civil a moverse, a asumir
lo público como propio, a exigirle respeto al Estado y a los partidos
políticos, a vigilar y controlar el desempeño público y a exigirle cuentas a
los funcionarios. Lo anterior se relaciona con la necesidad de realizar cambios
culturales sustanciales en todos los ámbitos, particularmente en el político,
es decir, la necesidad de cambiar los valores, creencias y actitudes ante lo
estatal, ante lo público, ante la relación Estado - sociedad civil y ante la
relación Estado - partidos políticos, lo cual supone la erradicación de
percepciones ideológicas que los identificaban en el pasado autoritario como
enemigos irreconciliables ante lo cual no había siquiera la posibilidad de
diálogo.
¿Quiénes
forman parte de la sociedad civil? ¿En donde se encuentra la sociedad civil?
Para contestar estas preguntas diremos que la conforman esencialmente tres
grandes grupos:
Aquí entran
los llamados viejos y nuevos actores sociales; su distinción cronológica se
refiere al momento histórico en que aparecen como actores del escenario público
más que al momento en que surgen como grupos, clases o sectores. Los viejos
actores, por ejemplo, incluyen a los obreros, empresarios, campesinos,
maestros, estudiantes, cooperativistas y pobladores; en cambio, los nuevos
actores incluyen a las mujeres, jóvenes, ecologistas, etnias, periodistas,
vecinos, tercera edad, amas de casa, familiares de desaparecidos, académicos,
deportistas, etc. En este segmento de la sociedad civil entran todos los grupos
sociales que se unen de manera coyuntural o permanente para luchar por sus
derechos o por los intereses nacionales, siempre y cuando mantengan las
características señaladas anteriormente.
b) Las ONGs.
Aquí se
agrupan todas las organizaciones no gubernamentales que trabajan temas tan
diversos como los derechos humanos, derechos de grupos vulnerables, cultura
política, ciudadanía, crédito agrícola, medicina alternativa, asistencia
técnica, capacitación, educación, alfabetización, etc. Estas organizaciones
trabajan con asistencia externa e impulsan acciones alternativas,
complementarias o sustitutas de la acción estatal, lo que les permite mantener
su independencia del Estado.
c) Las
Iglesias
También
forman parte de la sociedad civil en todas sus denominaciones.
La clasificación
anterior es apenas una aproximación a lo que es la sociedad civil porque su
diversidad hace que queden por fuera de cualquier listado otras organizaciones
cuya actividad se reduce a una comunidad, una colonia o una vecindad. El hecho
de agruparlas bajo el concepto de sociedad civil no significa que todas son
iguales y que no existen diferencias que las separen; tampoco quiere decir que
constituyen el lado bueno de la relación Estado - sociedad civil pues muchos de
los vicios que los políticos trasladan al Estado se encuentran también en las
diversas organizaciones sociales que la conforman. Se trata, simplemente, de
organizaciones que reivindican lo social, exigen la atención del Estado,
plantean políticas más equitativas y demandan un comportamiento democrático de
los funcionarios públicos y de los partidos políticos.
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