jueves, 25 de julio de 2013

La Importancia de la Transparencia en la Democracia


El ejercicio de la transparencia significa dar a conocer la información de carácter público que obra en los archivos de cada dependencia gubernamental, garantizar el derecho de acceso a la información, y salvaguardar  la protección de datos personales de solicitantes y sujetos obligados.

Se dice que hay transparencia cuando un objeto deja pasar la luz de forma libre, permitiendo que el ojo humano distinga con total facilidad las figuras que están al otro lado de este. Contrariamente, si la luz cruza, pero no con entera libertad, impidiendo distinguir a plenitud las figuras que están atrás del mismo, estamos ante una cosa traslúcida. Pero cuando algo no nos permite ver nada de lo que está al otro lado, y la luz no pasa, estamos ante un objeto opaco. La transparencia, la traslucidez y la opacidad son propiedades ópticas que sirven al ser humano en diferentes formas y con variados objetivos.

En la vida política, económica y legal de un país como el nuestro, que pretende vivir, algún día, en real democracia e inserto en un mundo con un orden nuevo y mejor, es indispensable estar en un proceso dinámico, para alcanzar el mayor grado de transparencia posible. Entonces, una manera eficaz para saber, que tanta democracia existe en un país, es medir el nivel de transparencia de las acciones de los funcionarios públicos.

La ciudadanía hoy exige acciones concretas. El proceso de transparentización de la gestión pública en que nos encontramos debe pasar por: a) tener controles adecuados y efectivos de las acciones de los funcionarios públicos. Esto va de desde instalar unidades confiables y no comprometidas de auditoría de transparencia internas y externas en las instituciones gubernamentales, así como una Contraloría de Cuentas, bien dotada y valiente, que persiga cualquier falta de los funcionarios; b) institucionalizar la rendición de cuentas, no como un acto propagandístico, sino serio y sincero, algunos entidades de gobierno, todavía dan la impresión de que la ceremonia de rendición de cuentas es un acto político y no un acto administrativo serio y necesario; c) permitir el acceso a la información, de manera ágil y efectiva, que no deje dudas de que no se esconde o maquilla información, pues lo contrario solamente reafirma la opacidad o traslucidez de su gestión, en donde el funcionario actúa con recelo pues pareciera que esconde hechos anómalos y d) otorgar mecanismos de fiscalización y participación ciudadana, que se vuelvan rutinarios y normales, dentro del ejercicio de las funciones públicas.

Pero el concepto de “transparencia” está cambiando de un aspecto pasivo a uno eminentemente activo, significando, “apertura activa”: los gobiernos no solamente deben permitir que los ciudadanos los observen, sino también deben divulgar activamente la información que poseen.  Así pues, la “transparencia” es un derecho ciudadano que sirve para impedir la apropiación privada de los espacios públicos.  Hablamos de un instrumento cuyo propósito explícito es vigilar que las cosas ocurran conforme lo establecen las reglas del juego.

¿Qué papel, exactamente, desempeña la transparencia en el gobierno democrático?

Para fines analíticos es posible hablar de características capacitadoras e inhibidoras.  En cuanto a las funciones específicas enumeraremos las siguientes cinco:

Evaluación de los gobernantes: la función capacitadora más evidente es aquella que permite, en una democracia representativa, a los electores premiar o castigar el desempeño de sus gobernantes y representantes.  

Rendición de cuentas: la obligación de los funcionarios de responder por lo que hacen y la que atañe al poder de los ciudadanos para sancionar los resultados de la gestión en caso de que hayan violado sus deberes públicos.

Control del poder público: la transparencia sirve para limitar el poder del gobierno.  Este control se efectúa a través de la vigilancia y la fiscalización de las acciones de los políticos y funcionarios.

Fortalecer a la autoridad política: la transparencia sirve para generar confianza en el electorado y aumentar la posibilidad de que el pueblo consienta las políticas adoptadas.  

Detección y corrección de errores: es una forma particular a través de la cual la transparencia fortalece a los gobiernos: mejora su capacidad cognoscitiva, facilita que la toma de decisiones sea más concienzuda y hace que sea más sencillo aprender de los errores y corregirlos.  La transparencia, entonces, puede concebirse como un seguro de los propios gobernantes para evitar pagar los costos de no identificar problemas y errores a tiempo.



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