La
resolución de los conflictos engloba un conjunto de actividades, técnicas y
estrategias dirigidas al establecimiento de buenas relaciones, la escucha
activa, la autodisciplina y la expresión
de los sentimientos, favoreciendo de este modo la cooperación y previniendo la
violencia. Estas estrategias,
desarrolladas en todos los niveles y etapas educativas, se centran en la
adquisición de habilidades que permiten al ciudadano arreglar sus diferencias
antes de que estas se conviertan en un enfrentamiento hostil, interviniendo y
buscando soluciones del tipo “yo gano, tu ganas”. Un nuevo concepto que pretende eliminar la
necesidad de que alguien pierda para que otro pueda ganar, ya que todos podemos
ganar algo en cualquier interacción.
La
construcción de la cultura de paz exige educar en y para el conflicto descubriendo la perspectiva positiva del
conflictocomo una forma de transformar la sociedad y las relaciones humanas
hacia mayores cotas de justicia y como una oportunidad educativa, aprendiendo a
analizar los conflictos y a descubrir su complejidad, formando a todos los miembros de la sociedad para que
aprendan a enfrentar y resolver los conflictos pacíficamente, y encontrando soluciones
a los conflictos que se producen en su seno. Educar en y para el conflicto ofrece una
oportunidad sin igual para renovar las prácticas educativas facilitando el
aprendizaje y la construcción colectiva de valores socialmente significativos y
promoviendo un tipo de comportamiento individual, colectivo e institucional
basado en la interdependencia y en la cooperación que conlleve al desarrollo de
actitudes, valores y normas que rechacen y prevengan cualquier tipo de
violencia a través de unas relaciones humanas más satisfactorias.
Podemos
distinguir tres formas de introducir los conflictos en los procesos educativos:
a) Como estrategia para mejorar el clima relacional y organizativo; b) Como
componente del llamado currículo social (es decir como objetivo y contenido
delos tipos de educación que componen la Educación para la Cultura de Paz); y
c) Como componente esencial del desarrollo social y moral del alumnado.
Hay tres
aspectos o imperativos en la resolución de conflictos: principio de habilidadpara analizar y examinar las causas de los
conflictos del modo que se imaginen alternativas positivas a los mismos y se
valoren sus consecuencias desde una perspectiva que va más allá del beneficio
propio; principio de prudencia al
valorar las consecuencias de las posibles salidas del conflicto para obtener la
felicidad personal, pero también el bienestar de los demás; y principio de moralidad que implica la
necesidad de encontrar soluciones justas
para quienes se encuentran implicados en alguna situación conflictiva.
La
educación para la paz y la resolución de conflictos es un camino con futuro, no
sólo porque la educación es la apuesta de futuro de cualquier sociedad, sino
también porque la resolución de conflictos, para ser auténtica resolución, debe
tener por meta la paz y la justicia.
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