jueves, 22 de agosto de 2013

Educar en y para el Conflicto


La resolución de los conflictos engloba un conjunto de actividades, técnicas y estrategias dirigidas al establecimiento de buenas relaciones, la escucha activa, la autodisciplina y  la expresión de los sentimientos, favoreciendo de este modo la cooperación y previniendo la violencia.  Estas estrategias, desarrolladas en todos los niveles y etapas educativas, se centran en la adquisición de habilidades que permiten al ciudadano arreglar sus diferencias antes de que estas se conviertan en un enfrentamiento hostil, interviniendo y buscando soluciones del tipo “yo gano, tu ganas”.  Un nuevo concepto que pretende eliminar la necesidad de que alguien pierda para que otro pueda ganar, ya que todos podemos ganar algo en cualquier interacción.

La construcción de la cultura de paz exige educar en y para el conflicto descubriendo la perspectiva positiva del conflictocomo una forma de transformar la sociedad y las relaciones humanas hacia mayores cotas de justicia y como una oportunidad educativa, aprendiendo a analizar los conflictos y a descubrir su complejidad, formando  a todos los miembros de la sociedad para que aprendan a enfrentar y resolver los conflictos pacíficamente, y encontrando soluciones a los conflictos que se producen en su seno.  Educar en y para el conflicto ofrece una oportunidad sin igual para renovar las prácticas educativas facilitando el aprendizaje y la construcción colectiva de valores socialmente significativos y promoviendo un tipo de comportamiento individual, colectivo e institucional basado en la interdependencia y en la cooperación que conlleve al desarrollo de actitudes, valores y normas que rechacen y prevengan cualquier tipo de violencia a través de unas relaciones humanas más satisfactorias.

Podemos distinguir tres formas de introducir los conflictos en los procesos educativos: a) Como estrategia para mejorar el clima relacional y organizativo; b) Como componente del llamado currículo social (es decir como objetivo y contenido delos tipos de educación que componen la Educación para la Cultura de Paz); y c) Como componente esencial del desarrollo social y moral del alumnado.

Hay tres aspectos o imperativos en la resolución de conflictos: principio de habilidadpara analizar y examinar las causas de los conflictos del modo que se imaginen alternativas positivas a los mismos y se valoren sus consecuencias desde una perspectiva que va más allá del beneficio propio; principio de prudencia al valorar las consecuencias de las posibles salidas del conflicto para obtener la felicidad personal, pero también el bienestar de los demás; y principio de moralidad que implica la necesidad de encontrar soluciones  justas para quienes se encuentran implicados en alguna situación conflictiva.


La educación para la paz y la resolución de conflictos es un camino con futuro, no sólo porque la educación es la apuesta de futuro de cualquier sociedad, sino también porque la resolución de conflictos, para ser auténtica resolución, debe tener por meta la paz y la justicia.

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