martes, 23 de julio de 2013

El Emprendedor Social: Sus Componentes Esenciales


Es frecuente encontrar en las sociedades actuales un sector público que provee deficientemente los servicios sociales. Paralelamente, el sector privado es acusado a menudo de tener una actitud poco ética, ya sea con sus empleados o con sus clientes, y preocuparse escasamente por los efectos medioambientales y sociales de su actividad. Los emprendedores sociales nacen con la voluntad de corregir estas deficiencias. 

Para definir al “emprendedor social” debemos ver los fundamentos de sus dos componentes. 

El componente emprendedor

Empezar un negocio no es condición necesaria ni suficiente para ser emprendedor, los emprendedores no tienen por qué ser necesariamente inventores, sino que simplemente tienen que adoptar una visión creativa la hora de poner en práctica invenciones de otros.  Los cuatro aspectos diferenciadores del emprendimiento son:


Destrucción creativa: la generación de productos o servicios innovadores destruye los que estaban previamente en el mercado.

Creación de valor: el emprendedor traspasa recursos económicos de un área de baja productividad a una de alta productividad y mayor rendimiento.

Identificación de oportunidades: un emprendedor no genera cambio, sino que explota las oportunidades que el cambio brinda.

Ingenio: la capacidad de los emprendedores no solo de aprovechar   oportunidades, sino también de afrontar los retos que comporta la falta de recursos para llevarlas a cabo.

A estos cuatro puntos clave se les puede añadir un quinto elemento igualmente importante: la elevada capacidad de aceptar el riesgo.

En resumen, el emprendimiento implica convertir una idea nueva en una innovación exitosa utilizando habilidades, visión, creatividad, persistencia y exposición al riesgo.

El componente social

Un factor clave que distingue a un proyecto de emprendimiento social es la existencia de fines sociales. Es decir, la línea que separa a los emprendedores empresariales de los emprendedores sociales es el compromiso de los últimos de crear un impacto social. Pero, ¿a que nos referimos por ‘social’? Un emprendedor social no solo es una persona altruista, sino que debe mostrar una clara determinación por hacer una contribución a la sociedad.

Hay dos aspectos a tener en cuenta cuando se analiza el enfoque social del emprendedor:

Objetivos altruistas: aunque no exista acuerdo sobre la medida en que los fines socialesdeben estar presentes, estos siempre lo están. Como hemos apuntado, el punto a clarificar
es si el fin social es un objetivo único, principal, importante, o simplemente secundario.

Papel que juega el grupo de la sociedad al cual se dirige el proyecto: en el caso del emprendimiento social, el beneficio es para ese determinado grupo y en el proceso se implica o compromete al grupo.

En cuanto al tipo de beneficios que un emprendedor social puede generar, estos pueden ser de dos tipos:

Directos: servicios, becas, infraestructuras, etc.

Indirectos: empleo (aunque este también pueda considerarse un beneficio directo), integración social, etc.






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